martes, 24 de agosto de 2010

Amistad

Lo más destacable cinegéticamente hablando del verano, fue acompañar a Adrián a cazar una rebeca. Con las nubes a nuestros pies, y derrochando alegría por el lance, con toda la emoción que conlleva el rececho de alta montaña, sentimos que tocábamos el cielo, si existe un paraíso para el cazador de rebecos... debe ser algo así.

Perdigón

Tras años intentándolo, las perdices por fin decidieron criar en cautividad, el macho ya tiene varios años, pero hasta este nunca lo intentó, si bien la hembra es nueva y ella tambien incubó fue él quien llevó el peso de la crianza, desgraciadamente se desarrollan muy lentamente y a dia de hoy ya han muerto dos de los cuatro que nacieron.