Un vez más, y ya son muchas, pues mis espaldas ya soportan 46 años, me ilusiona el comienzo de la nueva temporada, si bien se perdió la pasión de los primeros años, pues con 12 las cosas se ven bajo un prisma diferente. Queda, qué duda cabe, afición suficiente para continuar viendo amanecer en cualquier cazadero apartado de la tierra Moscona.
La lluvia riega generosamente los campos mientras escribo, después de un verano tan seco hace mucha falta. No tardarán las nieves en pintar de blanco las cumbres, pero para entonces ya se habrán llenado los valles del sonido de los campanos. No sé si serán abundantes, porque de serlo, deberíamos plantearnos no cazar cuando la nieve la anuncien por debajo de los 150m. Esto supone que solo quede libre una franja estrecha en la costa donde la concentración de aves provocada por el frío hace que los de siempre lleven a cabo matanzas abusivas, no me convence la medida por lo injusta, porque los que cazan la costa quizá hasta entonces no vieran caza, y es en estas circunstancias cuando la tienen, pero la guardería de los cotos se muestra ineficaz y la administración no se involucra lo suficiente para cortar esto de raíz, seria tan sencillo como que la guardería peinara las zonas bajas revisando chalecos y maleteros retirando a los "sobraos" el permiso de armas por 10 años, pero como no se hace tenemos que poner algo de nuestra parte y decidir no cazar para evitar las masacres. No estaría de más que dejaran salir sin escopeta, siendo prudentes con unos pajáros delgados y mansos por las circunstancias. UN SALUDO
