Uno de los proyectos que empecé con más ilusión, fue realizar siembras para la caza, un socio del coto nos cedió el terreno y la guardería contactó con el tractorista y coloco el cierre eléctrico, pero los helechos que tenía el terreno que a la postre crecieron más que el trigo, el mal nacido que metió los caballos en la siembra y, sobretodo, la falta de interés y ayuda por parte del resto de socios hizo que no repitiera la experiencia.
sábado, 19 de septiembre de 2009
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