Tres temporadas fue el tiempo que duró el pacto con Ventana,
al menos el que me tocó a mí. Estas líneas son un réquiem por el terreno que me
hizo perdicero. “Dieciséis años tenía guapos años gallasperos” como dice la
canción, y aunque aún no soy “descolado mueble
viejo” como dice otra, sería un honor colgar los hábitos en este
terreno. Precioso coto de montaña que cae justo al otro lado del puerto, en
tierras de León.
martes, 11 de noviembre de 2014
Pacto con Ventana
Hace muchas lunas que no aparezco por aquí, el blog un tanto olvidado pero nunca perdido, esperaba por esta entrada escrita el pasado mes de marzo. Falta de conexión a internet y algunas otras cosas, propiciaron la demora, pero ya estamos aquí.
Como de perdiz hablamos, no es
que tenga mucha, pero si la suficiente para entretenerse, para sentirse
cazador, porque cazar no siempre es matar, se es cazador por haber cazado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario