lunes, 10 de noviembre de 2014

No estaré este año cuando lleguen las primeras codornices buscando corzos. No veré florecer las gencianas del “montucu” en Julio, cuando buscaba el alivio de su sombra, ante el sol implacable del verano. No estarán marcándome el camino los días de otoño las siempre hermosas amanitas muscarias, ni la huella del lobo, ni la letrina del tejón, no, este año ya no toca amanecer aquí, y aunque la ilusión puesta en el nuevo cazadero no es poca, no impide que escriba con nostalgia, porque estuve muy a gusto allí, y no descarto volver.

    La apuesta nueva es alta, y la cantidad de perdiz mayor, pero como de perdiz hablamos, cazar no siempre es matar, cazador se es por haber cazado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario